Legisladores quintanarroenses trabajan en una ley que castigaría hasta con 9 años de cárcel a desarrolladores inmobiliarios y hoteleros que viertan aguas negras en el manto freático o en el mar.
Lo anterior, toda vez que el turismo masivo ha ocasionado brutales daños ecológicos a nuestros ecosistemas y nadie hace nada.
Las penas
Para muestra, el deterioro en Cancún de la Laguna de Nichupté al borde del colapso por la imparable construcción de muelles, marinas y megadesarrollos.
La propuesta de poner en la sombra a los ecocidas presentada por la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático del Congreso del Estado propone lo siguiente:
“Penas de 1 a 9 años de prisión y de 300 a 3 mil días de salario como multa para quien genere descargas de aguas negras o sustancias consideradas peligrosas al manto freático o las aguas marítimas”.
¿Qué pasó Tuluminatis?
De acuerdo con el biólogo Gerardo Gómez Nieto, director de Sylvatica Consultores, Tulum es uno de los municipios con más problemas de drenaje, manejo de residuos sólidos y suministro de agua potable.
“La mayoría de los desarrollos se realizan ilegalmente pues solo tramitan licencia municipal y no cambio de uso de suelo obligado, y mucho menos la autorización del Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) federal o estatal”, aseguró.
Vigilancia ciudadana
Por ahora esta iniciativa se encuentra en estudio, análisis y discusión y posteriormente la Comisión entregará un dictamen que, por supuesto, en Corazón Playense daremos a conocer.
Estemos observantes de que esa propuesta no sea rechazada por intereses económicos y corruptos que, todos sabemos, casi no pasan en la clase política.